El embarazo, es uno de los momentos de la vida de la mujer, en el que mayor cantidad de cambios se producen. Ya que, suceden muchas modificaciones gravídicas, que preparan al organismo para el período de gestación. Además, aumentan considerablemente las demandas de nutrientes, necesarios para el crecimiento fetal; lo cual, puede generar aumento de peso que en ocasiones se sale de las manos. Por ello, hablaremos sobre cómo hacer dieta en el embarazo.

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¿Es recomendable hacer dieta en el embarazo?

Es muy importante considerar, que durante el embarazo las necesidades de nutrientes aumentan de forma considerable. Ya que, el organismo de la mujer consume mucha más energía para mantener con vida al bebé; así como también, estos nutrientes son requeridos para el crecimiento y correcta nutrición del mismo. Por ende, no es recomendable hacer dietas restrictivas y demasiado estrictas durante el embarazo.

Lo ideal, es que toda mujer que planifique su embarazo, tenga una pérdida de peso previa para equilibrar la balanza. Puesto que, durante el embarazo es completamente normal aumentar de 10 a 12 kilogramos de peso; concretamente, de 1 a 1,5 kg en el primer trimestre, de 3,5 a 4 kg en el segundo trimestre y 5 a 5,5 kilos en el último. Además, se debe evitar las dietas restrictivas, pues grandes cambios en la alimentación, pueden reducir los niveles de nutrientes importantes.

Por ejemplo, el ácido fólico es indispensable para el desarrollo del sistema nervioso del bebé, por ello, es recomendable incluso tomar suplementos. De igual modo, el hierro y las vitaminas también tienen gran importancia para el crecimiento fetal; si se hacen dietas muy complejas, estos aportes pueden reducirse y afectar el desarrollo del bebé. Aunque la alimentación excesiva también, por ello, se recomienda lo siguiente:

Espaciar las comidas

Una buena forma de controlar la ganancia de peso durante el embarazo, es espaciar debidamente las comidas. Lo normal, es que una persona como unas 5 veces por día, incluyendo las comidas en forma y meriendas. En el embarazo, es recomendable espaciar la ingesta a 6 comidas por día, para acelerar el metabolismo y evitar la hipoglicemia; que es la principal causante de los atracones de comida que terminan en aumento de peso.

¡Excelente hidratación!

Durante el embarazo, las demandas de líquido diarias se ven considerablemente aumentadas de forma fisiológica; pues el bebé se encuentra suspendido en líquido amniótico, que requiere de mucha agua para su conformación. Además, la formación de los tejidos y órganos requieren de agua para su desarrollo. En consecuencia, si no existe una buena hidratación, aumentará la retención de líquido y ganancia de peso; por ello, se recomienda beber de 2 a 3 litros de agua al día.

Reduce las porciones

La alimentación durante el embarazo, debe ser lo más normal posible, es decir, no dejar de lado la comida, menos la saludable. Por ende, lo que sí puede hacerse es reducir las porciones un poco para evitar absorción excesiva; sobre todo, porque los alimentos pasan más tiempo en el intestino al estar gestando y existe mayor absorción. En general, una mujer embarazada debe consumir proteínas, lípidos, lácteos y carbohidratos (moderados).

La glucosa, es muy importante para el desarrollo fetal, pues aporta la energía necesaria para todos estos procesos; en consecuencia, no se debe siquiera pensar en dejar de comerlos, alimentos como el arroz, pasta y cereales son vitales; pero en cantidades moderadas y acompañados de proteínas y vegetales. De hecho, toda mujer embarazada debe procurar comer proteína en todas sus comidas del día.

Consumir fibra

En contraste con lo anterior, los niveles demasiado elevados de glicemia o glucosa en sangre durante el embarazo; pueden ser perjudiciales para el normal crecimiento del bebé en su vida intrauterina. De hecho, se asocia con el desarrollo de patologías metabólicas al crecer. Por lo tanto, debe controlarse a través del consumo de fibra; la cual, puede evitar que se absorba demasiada glucosa en el tracto gastrointestinal. Además, mejora las evacuaciones, sobre todo en mujeres estreñidas.

La diabetes gestacional, así como la eclampsia, son patologías que aparecen durante la gestación que pueden ser muy graves. La primera, puede prevenirse, más no evitarse, con una buena alimentación y consumo de fibra; aunque tiene un importante componente genético. la segunda, se previene reduciendo los lípidos, haciendo actividad física y evitando el estrés excesivo.

¡Tomate tu tiempo para comer!

El cuerpo humano es extremadamente sabio, por lo cual, tiene varios mecanismos que podemos aprovechar para evitar comer de más. Uno de ellos, es tomarse el tiempo para comer y masticar los alimentos lentamente. Gracias a esto, se estimulan receptores en la boca que activan o inhiben la secreción de hormonas que generan hambre; por ejemplo, la ghrelina, de modo que, algo tan simple como comer lentamente, puede ayudar a frenar la ganancia de peso.  

Hacer actividad física

En un embarazo sano, la mujer puede hacer ejercicio físico de bajo impacto sin problemas, de hecho, es muy recomendable. Debido a que, con la actividad física no solo se controla la ganancia de peso, también el estado de ánimo y los síntomas del embarazo. En consecuencia, caminar, bailar, yoga, spinning, entre otros, son buenas alternativas. Por supuesto, previa discusión con el médico tratante, ya que, en algunos casos el ejercicio si esta contraindicado.

En conclusión, saber cómo hacer dieta en el embarazo es especialmente importante, sobre todo, porque no es recomendable. Durante la gestación, el cuerpo pasa por demasiados cambios, tantos, que sumarle otro sería un problema. Por ende, en lugar de hacer dieta, lo mejor es comer saludable, ingiriendo de todo, pero en forma controlada; acompañado de una excelente hidratación, suplementos de vitaminas, hierro y ejercicio físico de bajo impacto.