¿Cerré bien la puerta? ¿Será que mi hijo llegó bien a la escuela? Mejor tomo las escaleras ¡No vaya a ser que el ascensor se dañe! ¿Me estoy poniendo viejo rápido? ¿Y si esta enfermedad me mata? ¿Cómo voy a pagar tantas deudas? ¿Y si ocurre un terremoto?… Si tu mente se encuentra constantemente en alerta y tratando de controlarlo todo, tal vez te estés preocupando en exceso. Déjame enseñarte cómo dejar de preocuparse.
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Las preocupaciones son normales hasta cierto punto y pueden ser útiles para buscar las soluciones y tomar acción frente a una situación determinada; sin embargo, el problema está cuando tendemos a preocuparnos por todo y por las las cosas más simples, por lo general lo único que existe en la mente de estas personas es preocupación además del sentimiento de no poder controlar las cosas, entonces su tarea primordial será la idear planes para “evitar” que algo malo suceda y de alguna manera piensan que preocuparse les protege cuando en realidad preocuparse por todo es el problema en sí.
Tabla de Contenidos
Síntomas de Preocupación Excesiva
Existen muchas cosas que no podemos controlar y cuando nos preocupamos en exceso desperdiciamos el disfrute del momento presente además de quitarle energía a nuestro cuerpo, veamos algunos de los síntomas que una persona con preocupaciones excesivas puede experimentar:
- Intranquilidad constante
- Parálisis por miedos irracionales
- Aumenta la ansiedad
- Aparece la tristeza y la depresión
- Problemas de salud
- Victimismo
- Irritabilidad constante
- Exageración de las cosas
- Busca problemas donde no los hay
- Dificultad para conciliar el sueño.
Vivir enfocado solo en las preocupaciones te convierte en una persona tóxica contigo mismo, te roba energía y evita que disfrutes de las cosas más sencillas de la vida. Las preocupaciones harán que las personas se alejen de ti, pues consideran que sufres por todo y nada, pero tranquilo, hoy compartiré algunos consejos contigo para que puedas superar el exceso de preocupaciones, toma nota.
Pasos para Dejar de Preocuparse
Si deseas superar las preocupaciones y la ansiedad que esto te pudiese estar generando te puede interesar mi artículo para superar la ansiedad –> Cómo Calmar la Ansiedad. También puedes ponerte a trabajar ya en ti mismo con una serie de técnicas que te pueden ayudar muchísimo, veamos.
Aceptarlo
Las cosas pasan pero lo importante será adaptarnos a las nuevas circunstancias, ser resilientes puesto que hay cosas que escaparán de nuestro control y debe ser así. Tu poder para desdramatizar las cosas, aceptarlas y buscarle una vuelta positiva o ver qué cosas puedes aprender de ellas, será fundamental para quitarles el poder de preocuparte por ellas.
Identifica qué Puedes Controlar
Examina qué cosas verdaderamente están en tu poder para controlar, por ejemplo, no puedes evitar el comportamiento de otra persona, pero sí puedes controlar tu manera de reaccionar. Muchas veces lo único que está bajo nuestro control son nuestros sentimientos, actitudes y reacciones frente a un hecho determinado. Enfocar nuestros pensamientos y energías en lo que sí podemos controlar, resulta más productivo para nosotros mismos.
Discernir si el Problema tiene Solución
Acá la clave será identificar si el problema tiene solución o no. Si eso que nos preocupa tiene solución, entonces enfoquemos nuestra energía en solucionarlo, esto además de hacer la preocupación productiva nos dejará la satisfacción de resolver eso que nos tenía preocupados; pero por el contrario si el problema no tiene solución, entonces evita pensar en ello y darle vueltas a la cabeza en una espiral que solo te dejará exhausto.
Identificar Nuestros Miedos
Piensa: ¿Qué es en realidad lo que te asusta? Usualmente nos montamos un pelicula en nuestra mente y la realidad no es tan trágica como lo imaginamos, de hecho, está demostrado que muchas veces somos más fuertes y podemos afrontar todo lo que nos pasa. Así que preocuparse será una pérdida de tiempo.
Medita
En muchas oportunidades he mencionado sobre los beneficios de respirar conscientemente ya que esta ayuda a regular nuestras emociones y sentimientos; entonces si en adición, logramos visualizar aquello que realmente deseamos en vez de aquello que queremos evitar, entonces estaremos co-creando nuestra realidad y aquí es donde verdaderamente está nuestro poder de control.
Entorno
Muchas veces dejarse llevar por los temores colectivos, la TV y otros medios sociales, pueden esparcir las malas noticias y crear un caos de preocupación. Tu tarea será apartar tu atención de ese caos, ya que por lo general, si hay una pandemia, un tsunami o un colapso financiero, es muy poco lo que tú puedes hacer para solucionarlo. Lo importante será tomar medidas para manejar aquello que sí está bajo tu control como, tus emociones, las medidas preventivas y tu cuidado personal.
Desarrolla un Plan para Manejar las Preocupaciones
Presta atención a tu cuerpo, por lo general las preocupaciones te dejan exhausto sin siquiera notarlo, hacer un plan para darle a tu cuerpo medicina de la buena será el as bajo la manga que desearás jugar siempre. Procura hacer una actividad física, comer saludable, pasar tiempo con amigos, adoptar un hobbie de tu preferencia y todo aquello que sientas trae productividad a tu vida.
Practica las Afirmaciones
La palabra tiene poder, así que hacer afirmaciones que trabajen a tu favor es una de las mejores técnicas que están bajo tu control al 100% y que puedes utilizar para disminuir los efectos de las preocupaciones. En vez de enfocarte en martirizar tu mente con pensamientos catastróficos, mejor utiliza afirmaciones que se enfoquen en tu bienestar tales como: “Estoy a salvo en el universo, la vida me ama y me apoya siempre” o también “Todo siempre se soluciona para mi mayor bien y el de todas las partes involucradas”.
Las preocupaciones te quitan poder, te envejecen y te hacen sentir mal. En mi opinión creo que es mejor centrarse en construir una vida que te llene de propósito y positividad. Presta especial atención a todo aquello que te produce bienestar y deja en el olvido las preocupaciones. ¡Atrévete a dejar de preocuparte: tú también puedes!