La fiebre es uno de los síntomas principales de gran cantidad de enfermedades, puede ser viral, bacteriana o sistémica. En realidad, es una respuesta fisiológica que ocurre en nuestro organismo posterior a una reacción de inflamatoria brusca; que puede perpetuarse por acción de sustancias producidas por bacterias y virus llamadas pirógenos.

En cualquier caso, la fiebre debe combatirse lo más rápido posible, por ello te diremos qué debes hacer para bajar la fiebre.

¡La medicina es nuestra aliada!

Sin duda alguna, la administración de antipiréticos es una de las primeras cosas que debemos hacer para bajar la fiebre.

Por suerte, este tipo de medicina es realmente fácil de encontrar, pues en todos los hogares hay al menos un blíster. Por regla general, los antipiréticos deben administrarse cada 4 a 6 horas y en dosis ajustadas al organismo; es decir, no puede ser la misma cantidad para un niño que un adulto ¡Cuidado!

Además, el efecto de las medicinas no es inmediato, así que para lograr un descenso más rápido es necesario aplicar otras técnicas. En efecto, la fiebre es un desequilibrio en la regulación interna de nuestra temperatura; así que es necesario recurrir a los medios físicos para bajar la temperatura rápidamente, entre los cuales tenemos:

  • Frotar el cuerpo con compresas de agua para estimular la sudoración
  • Darse un baño con agua en temperatura ambiente (puede ser fría en caso de emergencia o temperaturas muy altas)
  • Exponerse al aire, es decir, evitar el uso de mantas o suéteres.
  • Colocar una toalla o compresa de agua fría en la frente
  • Beber agua fría

¿Qué cuidados debo tomar?

En casos agudos de fiebre existen ciertas medidas a considerar, principalmente reconocer cuando es una emergencia. Esencialmente, la fiebre como tal existe cuando la temperatura supera los 38,5 grados centígrados (C°); aunque la temperatura normal habitual es de 37 a 37,5 C° valores por encima de estos pero por debajo de 38,5 C° se consideran febrícula. En este caso, la administración de antipiréticos orales es más que suficiente.

Si la temperatura aumenta por encima de 39 C° ya es necesario recurrir a todos los medios mencionados para combatir el alza térmica; sobre todo, porque en el caso de los niños, las temperaturas elevadas pueden producir convulsiones. Por otra parte, en caso de una temperatura por encima de 41 C° ya hablamos de una hipertermia; que puede ser debida a un golpe de calor, es ese caso hay que acudir a un médico URGENTE, aunque en todos los casos debe acudirse.

A pesar del grado de temperatura, es muy importante que la persona afectada se mantenga muy bien hidratada. Debido a que, al presentarse fiebre el cuerpo elimina grandes cantidades de líquido a través de la transpiración. Por lo tanto, debe consumir abundante líquido por vía oral hasta que se reduzca la temperatura; de ser posible, puede administrarse suero oral para lograr mejores resultados.

Finalmente, la fiebre es un síntoma de enfermedad muy común, que por sí misma no ofrece datos diagnósticos. Sin embargo, si no es atacada correctamente puede producir complicaciones muy graves a largo plazo; como es el caso de las convulsiones en niños, deshidratación, shock e incluso la muerte. Por ende, es importante seguir estas medidas y siempre acudir a atención médica pertinente.