La mente humana, es la maravilla más grande de la naturaleza, que hasta el momento no encuentra un igual en ninguna parte; se trata de un conglomerado de miles de millones de células y neuronas que nos confieren identidad, pensamiento y razón. De hecho, la capacidad del cerebro humano es tal, que aun se encuentra en estudio. Sobre todo, cuando aparecen enfermedades que lo afectan de forma directa; siendo una de ellas el Alzheimer, que es de las más letales para este sistema. Ahora bien, hablaremos sobre cómo identificar el Alzheimer.

¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer, es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a todas las funciones cerebrales con el paso del tiempo; la misma, no tienen una etiología precisa, quiere decir, que aún se encuentra en estudio la causa directa. Sin embargo, se conoce que la patología se presenta porque existe un deterioro sistemático y muerte neuronal; que afecta a los lóbulos parietales, temporal, y corteza prefrontal. Razón por la cual, tiene síntomas tan característicos que suelen abrumar a quien lo padece.

Las personas con Alzheimer, presentan un deterioro cognitivo y físico progresivo, que puede durar hasta 10 años; aunque la media de duración posterior al diagnostico es de 7 años, algo que depende directamente del cuidador. Esta enfermedad, suele presentarse con más frecuencia en personas mayores de 65 años; aunque existe una variante rara, en la cual comienzan a manifestarse síntomas después de los 40 años, es decir, precozmente. Es así, como el Alzheimer es el tipo de demencia más frecuente.

¿Cómo identificar el Alzheimer?

Para identificar el Alzheimer, es necesario estar especialmente atentos a nuestras conductas o las de otras personas. Debido a que, se trata de una enfermedad que por lo general avanza lentamente, quiere decir, que los síntomas no son notorios. En concreto, de forma general la primera manifestación de esta enfermedad es la pérdida de memoria; no recordar donde están las llaves, olvidar citas, llamas más de una vez en un día a un pariente. Así como también, hablar sobre cualquier cosa en más de una ocasión repetitivamente.

El Alzheimer, afecta principalmente a la memoria de corto plazo, en sus etapas iniciales, por lo cual; las personas afectadas no pueden almacenar nuevos recuerdos, es allí, cuando se hace notorio que lo olvidan todo. También, cuando la enfermedad progresa, comienza a presentarse cierto deterioro físico que impide movilizarse correctamente; al igual que ideas paranoides, agresividad, irritabilidad, cambios de personalidad repentinos y más.

Identificar el Alzheimer es mucho más sencillo para quien no lo padece, es decir, a través de ojos externos; solo es necesario observar ciertas conductas de las personas, evaluar su memoria, marcha, cambios de humor, entre otros. También, es bastante común que la enfermedad se comporte como una regresión; en la cual, los afectados vuelven a ser niños nuevamente, asumiendo conductas infantiles, perdiendo el control de esfínteres, olvidando caminar, hasta finalmente morir.

Síntomas de Alzheimer

  • Pérdida de memoria de corto plazo
  • Conductas repetitivas
  • Olvidar o dejar de reconocer personas
  • Dificultad para caminar o desplazarse
  • Cambios de personalidad bruscos
  • Ideas paranoides (que quieren hacerle daño)
  • Conductas agresivas
  • Pérdida del control de esfínteres
  • Dificultad para hablar
  • Regresión mental (recuerdos del pasado como si fuera el presente)
  • Negación (mayormente ante la muerte de un ser querido)
  • Periodos de lucidez aparente
  • Fatiga y bajo nivel de energía
  • Incoordinación de movimientos
  • Dificultad para la atención y orientación
  • Incapacidad para resolver problemas aritméticos
  • Pérdida de memoria
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso

¿Qué Causa el Alzheimer?

Como mencionamos anteriormente, no se ha determinado una causa única y segura de esta enfermedad; por lo cual, sigue en estudio constante, sobre todo porque es bastante común actualmente. De esta forma, existen varias teorías que intentan explicar la aparición de esta enfermedad; algunas relacionadas con trastornos metabólicos, como la hiperglicemia o la resistencia a la insulina.

Por otra parte, déficit de neurotransmisores como la acetilcolina, o exceso de proteína beta-amiloide en el cerebro. Otras teorías, afirman que la exposición a aluminio a través de alimentos, agua o sitios de trabajo, puede relacionarse; al igual que el consumo elevado de gluten. A pesar de existir tantas hipótesis, ninguna es tan fuerte para aceptarse. Lo que, si es cierto, es que el Alzheimer tiene un importante componente hereditario; es decir, que puede pasar de una generación a otra.

¿Cómo se Diagnostica el Alzheimer?

El diagnostico definitivo de la enfermedad de Alzheimer, es bastante complicado, de hecho, requiere una evaluación multidisciplinaria. De este modo, el médico psiquiatra y el neurólogo, deben hacer el trabajo conjunto para dar con el diagnostico; el psiquiatra, a través de varias pruebas cognitivas y de memoria, puede determinar el nivel de deterioro mental. El cual, se constata a través de los estudios de imágenes revisados por el neurólogo.

La tomografía axial computarizada o más eficientemente la resonancia magnética, permiten evaluar el estado del cerebro del afectado. Allí, el neurólogo podrá denotar la presencia de ovillos de neurofibrillas en el interior de las células nerviosas; los cuales, pueden estar presentes en personas sanas de edad avanzada, pero en el Alzheimer hay mayor cantidad. También, se aprecia de desmielinización de las fibras nerviosas, que significa muerte o disfuncionalidad neuronal en esa zona.

Tratamiento del Alzheimer

Lamentablemente, el Alzheimer es una enfermedad crónica incurable, es decir, que quien lo padece no puede evitar su muerte; lo único que puede hacerse es proporcionar los mejores cuidados posibles, para dar calidad de vida. Es importante señalar, que el papel del cuidador es de gran importancia para el avance de la enfermedad; quiere decir, que puede retrasar su avance o acelerarlo a toda velocidad. Debido a esto, el cuidador tiene una carga muy pesada sobre sus hombros.

De hecho, se podría decir que el Alzheimer es una enfermedad mucho más cruel con el cuidador que con el afectado; sobre todo, porque es ese acompañante quien puede ver y ser consciente del deterioro progresivo de la mente del enfermo. Sin mencionar, que debe lidiar con sus cambios de humor, conductas agresivas y cargar con su peso.

Ahora bien, no existe un tratamiento determinado para la enfermedad de Alzheimer, solo hay medicinas para tratar los síntomas. Por ejemplo, medicamentos sedantes que ayudan a conciliar el sueño o calmar las conductas agresivas; en general, son medicamentos fuertes que pueden adormecer bastante a las personas. Actualmente, hay varios estudios en busca del origen y cura del Alzheimer, posiblemente, en un futuro cercano exista un tratamiento.

¿Es posible Prevenir al Alzheimer?

Actualmente, existen muchas teorías que afirman que el Alzheimer es una enfermedad que puede prevenirse efectivamente, aunque no están comprobadas. Según dichas teorías, la mejor forma de hacerlo, es llevando un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada y libre de vicios. Además, manteniendo la mente en constante actividad a través de juegos mentales o la lectura; en muchos casos, se ha estudiado el cerebro como un músculo que debe mantenerse fuerte.

Por este motivo, se recomienda el consumo de complementos vitamínicos, realizar actividad física y mantener la mente activa; puede ser a través de la elaboración de crucigramas, sopas de letras, sudoku, entre muchas otras actividades. También, esta indicado comenzar nuevos retos de aprendizaje, como hacer un curso o obtener un grado más universitario; en resumen, hacer lo necesario para que la mente este activa y fresca.

En conclusión, saber cómo identificar el Alzheimer es sin duda de gran importancia para el diagnostico precoz de esta enfermedad. Debido a que, a pesar de no existir una cura, a través de diversos tratamientos se pueden controlar los síntomas y retrasar su avance. Por supuesto, también es importante identificarlo para encontrar ayuda oportuna; especialmente, porque existen otros trastornos mentales que pueden comportarse de manera similar.