Las enfermedades auto inmunitarias son más frecuentes de lo que creemos y afectan a una gran población mundial. Una de las más recientes y que todavía sigue en estudio es la psoriasis, con una incidencia media en la población. Además, tiene ciertas particularidades y variaciones a nivel corporal que pueden desencadenar una reacción desfavorable. Por ello, a continuación, te hablaremos sobre cómo reconocer la psoriasis.

¿De qué se trata la psoriasis?

Es una enfermedad autoinmunitaria de la piel que se caracteriza por ser crónica y generar lesiones cutáneas escamosas y erosivas. Los sitios más frecuentes donde aparece esta lesión son en los pliegues, codos, rodillas y cuero cabelludo. También, puede aparecer en el lecho ungueal, aunque es una variable muy poco frecuente; que además puede desarrollar artritis psoriatica en varios pacientes.

Por otra parte, tiene una amplia variabilidad clínica en la cual puede presentarse en diferentes formas en la piel. También, puede evolucionar diferente de acuerdo al sitio y al tipo de tratamiento que se utilice para tratar las lesiones. Asimismo, esta enfermedad no es contagiosa, pero puede ser hereditaria y transmitirse por familiaridad a las diversas generaciones.

¿Cuáles son los síntomas?

Los signos y síntomas de esta enfermedad son varios y pueden presentarse de una forma específica en los pacientes. Uno de los más frecuentes son las lesiones rojizas recubiertas de una escama color blanco o gris. Este tipo de lesión es muy pruriginosa y puede generar escoriaciones las cuales pueden sobre infectarse y crear una lesión más extensa. Aunque, puede comenzar con pequeños puntos rojos, mayormente en niños.

Por otra parte, otro síntoma característico, frecuente y el más notorio es la sensación de picor o prurito en diferentes zonas de la piel. De modo que, estas zonas de la piel son secas, agrietadas y tienden a ser muy sensibles al sangrado. Es importante destacar, que cuando las personas tienen abundante vello corporal el rascado excesivo puede generar foliculitis al no arrancar el vello de raíz. Por otro lado, pueden verse uñas dañadas, canaliculadas y dolores fuertes en articulaciones.

¿Cuáles son las causas?

Actualmente, se estudia una causa probable que ha sido asociada a alteraciones del sistema inmunológico. Las células T se encuentran en condiciones normales para atacar microorganismos patógenos que puedan afectar al cuerpo. Sin embargo, en este caso las células T reconocen las células cutáneas como agentes extraños; llevando así al acúmulo de células T en la piel acompañada de células sanas y demás del sistema inmunitario.

Quiere decir, que todavía se sigue estudiando cual es la razón por la cual las células T del sistema inmunitario atacan a las células cutáneas. Sin embargo, se estima que la modificación se produzca por alteraciones genéticas y cromosómicas acompañada de factores ambientales; debido a que, muchos de ellos pueden desencadenar la aparición de psoriasis desde un ligero punto de partida.

¿Existen factores desencadenantes?

La aparición de los signos y síntomas puede desencadenarse a partir de ciertas situaciones que estimulan al sistema inmunitario. Una de ellas, puede ser infecciones por microorganismos que generan una activación del sistema inmunitario fuertemente. Asimismo, puede comenzar por acción de diferentes fármacos que trabajen como inmunomodulares y alteren el sistema inmunitario.

También, alimentos y factores dietéticos pueden generar cambios a nivel cutáneo que puedan desencadenar lesiones primarias. Estas lesiones primarias pueden servir para que las células del sistema inmunitario se activen y puedan generar lesiones cutáneas en cualquier parte. No menos importante, alteraciones psicológicas pueden ser uno de los desencadenantes al tener perturbación en neurotransmisores y hormonas específicas.

Se ha determinado, que pacientes diagnosticados con esta enfermedad, experimentan crisis o brotes ante situaciones de estrés; quiere decir, que el componente psicológico tiene especial peso en este padecimiento. Incluso, se encuentra en estudio como posible causa de esta patología dermatológica.  

¿Cómo se diagnostica la psoriasis?

Lo primero que se toma en cuenta para diagnosticar este tipo de lesiones son los signos y síntomas. Muchas veces, se puede confundir con alguna otra patología cutánea que pueda alterar la flora normal de la piel. Sin embargo, un interrogatorio y un examen físico pueden ayudar a determinar o fomentar un diagnóstico presuntivo de esta enfermedad.  Una vez determinado, se realiza una historia clínica completa para evaluar antecedentes.

No obstante, especialistas indican la toma de muestras de las lesiones para realizar una citología y posterior biopsia de las mismas. De forma que, se pueda determinar el tipo de células que hay en las lesiones y establecer el diagnóstico definitivo de la psoriasis. También, se puede tomar una muestra de secreción en caso de que la lesión se encuentre infectada; especialmente útil para elegir el tratamiento más adecuado para combatir al agente causal.

¿Cuál es el tratamiento de la psoriasis?

La cronicidad que tiene la enfermedad hace que el tratamiento sea preciso y ajustado a cada paciente. Además, se deben considerar varios aspectos clínicos que ayudan a determinar cuál es el tipo de terapia. En consecuencia, lo primero que se debe garantizar, son medidas generales para que el paciente prepare su cuerpo y para recibir el tratamiento localizado y sistémico de la psoriasis.

En concreto, el tratamiento localizado o tópico tiene la finalidad de detener el crecimiento de lesiones específicas. A su vez, que se pueda disminuir el prurito de las lesiones y que estas reduzcan de tamaño progresivamente.  Por otro lado, el tratamiento sistémico va dirigido al sistema inmunológico con la finalidad modular la respuesta inmunológica que se tengan contra las células cutáneas.

La base de estos tratamientos, son los esteroides tópicos que ayudan a reducir la acción del sistema inmune. Quiere decir, que, al tratarse de crisis extensas y dolorosas, pueden indicarse esteroides por vía oral. También, diferentes cremas con efecto analgésico que ayudan a disminuir el picor y consecuentemente el rascado.

En resumen, la psoriasis es una enfermedad crónica autoinmune en la cual las células T atacan las células sanas de la piel; estas células sanas presentan cambios que generan lesiones visibles muy características desde el punto de vista estético. Su causa, se encuentra bajo investigación pero está orientada en un marco inmunológico. También, su precoz diagnostico con un seguimiento clínico completo puede ayudar a establecer un diagnóstico; por ello, es importante saber cómo reconocer la psoriasis.