El peso corporal, más allá de ser un indicativo del aspecto físico y estético de las personas, es un importante marcador de salud. Debido a que, a través de peso se puede determinar el estado de nutrición de una persona. Determinándose, que una persona con gran peso no necesariamente está bien nutrida, de hecho, se trata de obesidad. En atención a esto, vamos a comentar los aspectos a tener en cuenta en el cómo saber si tengo obesidad.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la Obesidad?
La obesidad, no es más que el aumento de peso por encima de los valores ideales para la talla de una persona; es decir, que tienen un acúmulo excesivo de grasa en su cuerpo, que aumenta considerablemente su volumen corporal. Se tiene en cuenta la talla, debido a que a lo largo de los años se desarrollaron varias formulas para calcular el sobrepeso y obesidad; resultando como la más eficiente el cálculo del Índice de Masa Corporal.
El índice de masa corporal (IMC), es un valor numérico que se obtiene multiplicando el peso de una persona por su talla en metros al cuadrado (Peso x talla m2); a partir de este valor, se creó una clasificación para este índice, arrojando tanto resultado de desnutrición, sobrepeso y obesidad. A continuación, anexamos una tabla con los rangos y valores referenciales del IMC:
Partiendo de esta tabla, entonces podemos definir a la obesidad como un acúmulo de grasa que eleva el IMC por encima de 29,9. Por otro lado, el rango entre 24,9 y 29,9 corresponde al sobrepeso, que se divide en grado I y grado II o pre-obesidad. A partir de esta fórmula, cualquier persona puede saber si se encuentra en su peso normal, sobrepeso u obesidad; afortunadamente, gracias a la tecnología puedes calcular tu Índice de Masa Corporal (IMC) ingresando aquí.
Obesidad Infantil
La obesidad infantil, aunque esencialmente tienen la misma definición que la obesidad, tienen en juego otros factores; ya que, el crecimiento de los niños se calcula a través de tablas de percentiles para peso y talla. De modo que, existen tablas de peso para la edad y talla para la edad, a partir de las cuales se diagnostica la obesidad.
En concreto, para niños menores de 5 años, se considera obesidad el aumento del peso para la edad por encima de 2 desviaciones estándar según dichas tablas; por supuesto, la interpretación de estas tablas no es tan sencilla para cualquier persona. Quiere decir, que el pediatra es quien se encarga de ubicar al niño según su peso y edad en el percentil correspondiente; por ende, la consulta pediátrica es de gran importancia.
Obesidad Mórbida
El término obesidad mórbida, hace referencia a que una persona tiene un sobrepeso tan alto que pone en peligro su vida; el cual, muchas veces imposibilita caminar, trabajar, bañarse e incluso hacer actividades mínimas.
Según la tabla del IMC mencionada anteriormente, se habla de obesidad mórbida cuando el IMC se encuentra entre 40 y 49,9; aunque al sobrepasar los 50 el afectado se encuentra en obesidad extrema, que pone el peligro su vida en cuanto a muchos padecimientos. Como puede ser diabetes, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, entre otros.
¿Cuáles son las Causas de Obesidad?
La obesidad, tiene una estrecha relación con la ingesta de alimentos o calorías y la actividad física que realiza la persona. De modo que, la principal causa es un desequilibrio entre las calorías ingeridas y quemadas diariamente; es decir, que una persona sedentaria (que no realiza actividad física) come mucho más de lo que gasta. Lo cual, se traduce en la acumulación de estas calorías en grasa dentro del cuerpo, generalmente sobre músculos y tejidos.
Por otra parte, en el caso de la obesidad infantil en menores de 5 años, se asocia con una mala alimentación por parte de los padres; es decir, que luego de superar el periodo de lactancia materna, recibe alimentos con alto índice calórico, mucha azúcar o solo carbohidratos. Por este motivo, la obesidad infantil se ve con más frecuencia en países con dificultades económicas; subdesarrollados o en vías de desarrollo.
Sin embargo, los índices de obesidad infantil, también han aumentado en países desarrollados, debido a los alimentos procesados; los cuales, en su gran mayoría tienen alto contenido de grasas saturadas y azúcares perjudiciales para la salud. Otro aspecto importante para la obesidad en general, es la comida rápida; las grandes cadenas de este rubro también tienen gran responsabilidad en la obesidad mundial.
Trastorno Alimentario Compulsivo
Esta es otra de las causas de obesidad comunes, entre los trastornos alimenticios, en la cual, la persona padece de un trastorno psicológico que le induce a comer. Quiere decir, que, ante situaciones de estrés, angustia, depresión, entre otras, come de forma compulsiva; produciéndose los llamados atracones de alimentos, en los que se come tanta comida que se termina vomitando. En casos extremos, a pesar de vomitar se sigue comiendo hasta calmar el sentimiento que produce estos ataques.
¿Cómo Combatir la Obesidad?
La obesidad es una enfermedad real que se ha cobrado de vida de miles de personas en todo el mundo; aunque no afecta directamente a la salud, es el punto de partida para otras patologías que comprometen la vida seriamente. Por ejemplo, las personas obesas tienen el doble de riesgo de padecer diabetes; hipertensión arterial, infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares o ictus, diversos tipos de artritis, entre otros.
De esta forma, la mejor forma de combatir la obesidad es cambiando por completo los hábitos y estilo de vida. Es decir, reducir el consumo de alimentos altos en grasa, carbohidratos, alcohol, tabaco y más. Básicamente, se debe reducir la ingesta calórica y aumentar la actividad física, para lograr un balance negativo que cause pérdida de peso. Actualmente, existen muchas dietas como la Keto, ayuno intermitente, entre otras, que ayudan en esta tarea.
En cuanto a la actividad física, se recomienda un mínimo de 60 minutos de actividad física para adultos jóvenes; adultos en edad media o avanzada, pueden realizar 45 minutos diarios de ejercicio para reestablecer su peso, en conjunto con la dieta. Lo habitual, es comenzar con ejercicios de bajo impacto, como caminar, correr, saltar la cuerda; que permiten adaptarse paulatinamente a los cambios de actividad física. Todo esto, con el fin de acelerar el metabolismo y favorecer la pérdida de grasa.
Créeme que pequeños cambios pueden darte grandes resultados en tu lucha contra la obesidad, te explico más en mi artículo –> Cómo Acelerar el Metabolismo con Pequeños Cambios
Cirugía Bariátrica
Cuando la obesidad alcanza niveles muy peligrosos, que comprometen la vida y es requerida una perdida de peso rápida; se recurre a la cirugía bariátrica o de pérdida de peso, actualmente, existen varias técnicas de este tipo. En algunas, se secciona parte del estómago para reducirlo, se insertan mangas, balones y más técnicas. Por supuesto, esto queda bajo criterio médico y siempre debe hacerse con conciencia de las consecuencias.
Debido a que, someterse a una cirugía de este tipo supone un cambio radical en el estilo de vida de un momento a otro. Por ejemplo, se reduce la capacidad de comer a cantidades muy pequeñas, no se puede consumir alcohol; y por supuesto, aun se debe hacer actividad física para compensar la perdida de tono muscular.
Además, es común que sea necesario suplementos vitamínicos de por vida. Lamentablemente, esta cirugía no garantiza una cura definitiva a la obesidad, puesto que, si no se producen cambios significativos; en cuanto a la alimentación, ejercicio, entre otros, es posible recuperar el peso perdido al cabo de un tiempo.
En conclusión, cómo saber si tengo obesidad es de vital importancia para tomar medidas tempranas ante este problema. Puesto que, afortunadamente, con esfuerzo y mucho compromiso, se puede corregir el alza de peso; lo cual, debe hacerse lo antes posible, ya que, al llegar a obesidad grado II o mórbida, es realmente muy difícil (pero no imposible) sin ayuda de cirugía. Por ende, recomendamos calcular el IMC y si tienes sobrepeso u obesidad, ponerte en marcha para perder esos kilos de más.