Cuando éramos niños, las primeras personas con las que hablábamos y les contábamos todo lo que nos pasaba, eran nuestros padres; sin embargo, cuando pasamos a la adolescencia las cosas fueron cambiando incluyendo la comunicación. De alguna forma hablar con nuestros padres pasó a ser incómodo y escaso. Pero ¿por qué? ¿Cómo fue que deje de hablar con mis padres?

Durante la adolescencia, se experimentan grandes cambios físicos, psicológicos y sociales; todos estos cambios conformarán el desarrollo de la identidad, comenzarás a tomar decisiones por tu cuenta, formarás tu opinión personal con respecto a temas varios, resolverás problemas por tu cuenta y seguramente adquirirás nuevas creencias que pueden no coincidir con las de tus padres; por eso no es de extrañar que algunas relaciones (sobre todo con los padres y otros adultos) cambien durante esta etapa.

En muchos casos, la adolescencia es considerada como una etapa de rebeldía, sobre todo porque se generan diferencias y los caracteres de padres e hijos tienden a chocar mucho, lo importante acá será demostrar mucho respeto de ambas partes además de hacer uso de una comunicación asertiva (Si quieres saber más de comunicación asertiva, te recomiento este artículo: Cómo Comunicarme Asertivamente: Todo lo que Necesitas Saber). Si deseas expresar tus opiniones, que tu voz se escuche y que te presten atención, te daré algunos consejos para mejorar la comunicación con tus padres y otros adultos.

Consejos para Comunicarte con tus Padres

Recuerda que tus padres te aman y desean tu bien, aun cuando sientas que discrepan en muchas situaciones, entonces tener una actitud positiva y de empatía logrará una comunicación más fluida y podrán llegar a acuerdos ganar-ganar para ambas partes. Toma nota de las siguientes recomendaciones.

Mantén siempre una comunicación abierta.

Habla con tus padres sobre cosas triviales, conversen sobre sus gustos e intereses, pero siempre hablen, hablen mucho y de todo para que cuando el momento de la “verdad” llegue, la comunicación sea más fluida y se sientan cómodos discutiendo sus puntos de vista sobre una situación álgida.

Mientras más te comuniques con tus padres, más sencillo será seguir haciéndolo.

Comparte momentos con tus padres.

Demuéstrales que los quieres y deseas estar con ellos en ciertos momentos, la mejor forma de alimentar las relaciones es compartiendo instantes que creen memorias y recuerdos agradables.

Algo que puedes hacer es cenar con ellos sin móvil en la mesa, disfruten de una comida en la que conversen entre ustedes. Realiza esto al menos una vez a la semana y verás como comienzas a hablar mas con tus padres.

Evita estar a la defensiva.

Mantener una actitud positiva y una mente abierta facilitará las cosas. Si aún vives con tus padres, recuerda que existen unas normas de convivencia que deberán ser respetadas para que la coexistencia sea más agradable y justa para todos.

Lo más seguro es que tus padres no hagan las cosas tan solo por molestarte, intenta entender el propósito de sus reglas.

Discrepa con respeto.

Demuestra que eres capaz de comprender un punto de vista contrario al tuyo pero que no lo compartes. No es necesario alterarse, ser sarcástico o gritar. Utilizar un lenguaje honesto y con respeto demostrará madurez de tu parte.

Parte de la comunicación es el debate, más no la pelea. Para comunicare mejor con tus padres puedes discrepar, ofrecer tu opinión pero no debes faltar el respeto o pelear.

Ten Empatía.

Trata de solidarizar con las razones de tus padres, al demostrar empatía ellos también se mostrarán solidarios contigo y será más fácil negociar acuerdos.

Tus padres también son personas y disfrutan ser escuchados y entendidos. Si queremos mejorar la comunicación con nuestros padres, entenderlos es un buen comienzo.

Argumenta.

Ofrece argumentos sólidos y sensatos sobre tu punto de vista, expresa por qué eso es de importancia para ti, demuestra los beneficios que traería para ti y tu satisfacción.

Créeme que tus padres disfrutan de escuchar tu punto de vista sobre los temas y tus argumentos sólidos, verás que divertidas puede ser las conversaciones con tus padres y todo lo que tienen en común.

Tiempo.

Si la conversación se tornó desagradable es mejor dejar que las cosas se calmen, dale tiempo a tus padres de pensar mejor las cosas e incluso tú también puedes darte un tiempo para pensar mejor tus argumentos. Luego podrán volver a retomar los temas un poco más calmados.

Son familia y se aman, las peleas son partes de eso, comunicarnos asertivamente con nuestros padres implica entender que no todos los momentos serán perfectos, pero que sí se superaran con calma y hablando.

Busca un mentor.

Si sientes que necesitas un consejo o guía antes de hablar con tus padres, buscar una persona de tu entera confianza te puede ayudar. Tal vez esa persona pueda darte consejos desde su propia experiencia y te guíe en cómo dirigir la conversación con tus padres.

Demuestra que eres responsable.

Sobre todo de tus actos y demuestra que eres previsivo con las consecuencias de esos actos. Demostrar madurez en tus actos, pensamientos y emociones, le demostrará a tus padres que eres digno de confianza y confiarán en tu juicio.

Planifica.

Saber con claridad lo que deseas expresar ayudará a que el mensaje sea entregado con éxito. Si tienes una conversación difícil que enfrentar con tus padres, siéntate y estructura cual es el mensaje que quieres dar y cuáles son tus puntos de vista.

Enfócate en el objetivo de la conversación con tus padres, esto evitara que te desvíes, te alteras y digas cosas que realmente no querías decir.

Escribe.

No todos los métodos de comunicación son orales, de hecho puedes escribir una carta o un correo si te sientes más cómodo de esa forma.

Muchos no tenemos la facilidad de hablar, te recomiendo redactarle cartas a tus padres como método de comunicación. Es saludable, fácil de planificar y concreto. Sirve como ventana para comenzar a hablar mejor con tus padres.

Sé que algunas veces podrás sentir frustración ya que la comunicación no siempre será fácil, debes entender que estos cambios por los que tú estás pasando, de igual manera ellos también van aprendiendo sobre la marcha contigo. Piensa por un momento en que no es fácil para un padre soltar el control que ejerce sobre su hijo, ellos lo irán haciendo en la medida que tú demuestres madurez y congruencia con tu forma de pensar y actuar.

Esta es solo una etapa de la que esperamos salgas airoso, lo más probable es que superada la etapa, vuelvas a tener más y mejor comunicación con tus padres, ¡no te rindas! Hablar con tus padres puede ser divertido y muy alentador.