Los amigos son la familia que escogemos, es un vínculo de amor fraternal entre dos o más personas. El vínculo de amistad, aparecerá cuando compartimos ciertos valores similares con otra persona, tales como: confianza, generosidad, apoyo, honestidad y compromiso entre otros. En mi opinión, cuando sentimos esa afinidad con otra persona, es porque compartimos formas similares de ver la vida además de los valores. Es como ser cómplices en ¡casi todo!

Pero, ¿sientes que algo no está bien en tu relación de amistad? ¿Tu relación de amistad te demanda demasiado tiempo y atención? ¿Sientes que hay muchas discusiones? Puede ser que tengas una relación de amistad tóxica. Hoy vamos a descubrirlo.

También te puede interesar –> Cómo saber si mi Relación es Tóxica: Alerta con las Señales

Tipos de Amistad

Comenzare por decirte que no todas las amistades son iguales. Somos humanos interactuando, los humanos somos complejos y nuestras relaciones también son muy complejas. Por eso, Existen diferentes tipos de amistad, vamos a estudiarlos:

  • Amistad por placer. Tiende a aparecer cuando compartimos ciertas actividades afines como por ejemplo, hacer algún deporte, practicar alguna actividad recreacional, hacer algún curso o taller; de esta manera se van formando amistades que tienen una pasión en común; sin embargo, este tipo de amistad tiende a desvanecerse cuando la actividad culmina o nosotros vamos cambiando y evolucionando hacia otras áreas.
  • Amistad por utilidad. Se genera cuando hay algún interés de por medio y la amistad se centra en recibir algún beneficio mutuo. Cuando una de las dos personas deja de ser útil para la otra, la amistad termina.
  • Amistad verdadera. Este tipo de amistad fluye por sí sola y tiende a durar por el resto de nuestras vidas. En una amistad verdadera existe el crecimiento personal entre ambos, se compartirán las alegrías y se fortalecerá en las adversidades, siempre estarán allí para escucharte.

Te confieso que, aunque mis habilidades sociales se encuentran en niveles aceptables para mí, nunca he sido una persona de tener muchas amistades cercanas. Mi círculo de amistades es bastante reducido, si acaso tendré unas siete personas en las que confío plenamente, algunas están acá conmigo y otras se encuentran en otros países; sin embargo, aunque la distancia esté de por medio, la afinidad sigue estando presente.

Ahora bien, qué pasa cuando una amistad se vuelve conflictiva y en vez de traernos ese apoyo y afinidad que tanto valoramos, en realidad ¿nos trae problemas? Hoy hablaremos un poco sobre las amistades tóxicas y cómo identificarlas.

¿Qué es una amistad tóxica?

En las relaciones humanas, la ley del espejo está a la orden del día y prometo dedicar un artículo sobre esta ley para explicarte los detalles; sin embargo, básicamente esto consiste en mostrarnos aspectos no sanados de nuestras emociones, no me cansaré nunca de decir, que todo comienza y termina en ti; así que si estás experimentando una relación de amistad tóxica, lo más probable es que lo tóxico sea una parte de ti de la que no estás consciente y esta amistad solo viene a mostrártelo.

Una amistad tóxica es una forma de relacionarse con componentes inadecuados e implica un vínculo destructivo. Por lo general en una relación de amistad entre dos tóxicos, siempre habrá uno activo y otro pasivo, siendo este último de baja autoestima. Lo importante, será reconocer si se está en este tipo de relación y cuáles son las señales para identificarla. ¡Acá te dejo las pistas!

Señales de una Amistad Tóxica

Recuerda que hay diferentes tipos de amistad, que las relaciones son complejas y que los humanos reflejamos nuestros propios sentimientos en nuestras relaciones más cercanas. Sin embargo, una amistad debe aportarnos cosas buenas: apoyo, compañerismo y risas. Si tu relación de amistad te está aportando cosas negativas, quizás estés frente a una amistad tóxica. Para descubrirlo, estas son las principales señales:

Te desvaloriza frecuentemente.

Tiene la tendencia a disminuirte, a señalar constantemente tus inseguridades, sacará a relucir tus “defectos” sobrepasando los límites o haciéndolo deliberadamente para generar en ti incomodidad.

No te aceptan.

Cuando las críticas y juicios de valor sobre tu personalidad o tu físico son el pan nuestro de cada día. Por lo general esto lo hace el tóxico activo para sentirse superior a ti.

Todo se torna negativo.

Hay personas que enfocan sus pensamientos, palabras y acciones en la queja, el chisme, la intriga, lamentos y se victimizan por todo. Son una especie de nube gris ambulante. Por lo general te dejan exhausto emocionalmente, además terminas sintiéndote desgastado y triste.

No hay reciprocidad.

Existe un desbalance entre lo que se da y se recibe, por lo general siempre hay alguien que constantemente da, bien sea atención, apoyo, soporte, entre otros y el otro solo recibe.

El interesado.

Este es uno de los peores, solo aparece cuando necesita algo de ti y una vez que lo obtiene se va. En este caso trataremos de alejarnos de este tipo de amigos ya que no nos suman a nuestro bienestar.

No puedes confiar en esa persona.

Sobre todo si se trata de intimidades, has descubierto en reiteradas ocasiones que esa persona divulga aquello que le confiaste en secreto o peor aún que utiliza eso que le confiaste para chantajearte emocionalmente.

No respetan tu círculo familiar.

Sabemos que nuestra familia es sagrada aunque no perfecta y puede pasar que tu amigo tóxico se valga de esto para señalar, juzgar y criticar nuestro entorno, básicamente sobrepasará los límites de la relación de amistad para inmiscuirse en otras áreas de tu vida.

Entonces, una amistad tóxica destruirá más de lo que puede construir, Tal vez haya algo de afinidad; sin embargo, la forma en cómo se lleva la relación termina siendo conflictiva para ambos. Recuerda la ley del espejo, si deseas evitar este tipo de relación ya sabes lo que hay que hacer: crecer personalmente, hacernos conscientes de nuestras emociones, priorizar nuestro bienestar y elegir muy bien a nuestras amistades. Y tú, ¿has tenido amistades tóxicas?