A todos en alguna ocasión se nos presenta la necesidad de colocar una inyección intramuscular a algún amigo o familiar; en estos casos, es usual sentir un poco de miedo por no conocer la técnica correcta. O simplemente, dejar de hacer el procedimiento y acudir a un centro de salud cuando no es realmente necesario; por ello, en esta oportunidad vamos a hablar paso a paso sobre cómo aprender a inyectar por vía intramuscular.

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Inyección intramuscular

Existen varias vías de administración de medicamentos, siendo una de las más empleadas la vía oral por su simpleza. Sin embargo, también hay que considerar las que requieren de una inyección, como es la vía intravenosa e intramuscular. En el caso de la vía intravenosa, por los riesgos de infección y complicaciones es mejor reservarlas para un profesional; en cambio, la vía intramuscular, aunque también tiene riesgos, es mucho más fácil de manejar en casa. Por ende, explicaremos paso a paso cómo hacerlo.

¡La higiene es esencial!

En el área de la salud, hablamos todo el tiempo de las normas de asepsia y antisepsia, que no es otra cosa que la limpieza. Así que, es muy importante que antes de realizar el procedimiento laves muy bien tus manos con agua y jabón; de esta forma, se evita contaminar los elementos para la inyección, así como la zona de punción.

La jeringa SIEMPRE debe ser nueva

Antiguamente, se utilizaban jeringas de vidrio que podían emplearse en más de una ocasión luego de esterilizarlas. Aunque a pesar de pasar por rigurosos procesos de esterilización, la incidencia de infecciones era alta. En consecuencia, ahora todas las jeringas son de plástico para UN SOLO USO, esto incluye también a la aguja. Por lo tanto, siempre debes asegurarte que la jeringa o inyectadora este en su empaque bien sellada; esto indica que está esterilizada y libre de contaminantes.

Selección del sitio de inyección

La inyección intramuscular más común se coloca en los glúteos, nalgas o pompis, como sea que lo llamen. Para hacerlo correctamente, debes elegir uno de los glúteos y dibujar imaginariamente (o realmente si tienes muchas dudas) una cruz en su centro. De esta forma, quedará dividido el glúteo en 4 cuadrantes iguales. Hecho esto, el único sitio correcto de inyección es el cuadrante superior EXTERNO; como punto de referencia, aquél que esta cercano al hueso de la cadera.

donde inyectar a alguien

¿Por qué debe ser en este lugar? Pues porque en los otros cuadrantes anatómicamente se ha determinado que transcurren un nervio importante. Se trata del nervio ciático, responsable del movimiento normal de las pierdas. Es decir, que si elijes mal el sitio de inyección puedes lesionar este nervio y causar una parálisis de la pierna en esa persona. Por otra parte, también pueden colocarse inyecciones intramusculares en el musculo deltoides, es decir en el brazo. Usualmente, se escoge la parte más central de este.

inyectar en el brazo

Preparación del medicamento

Una vez que has ubicado el sitio de inyección y estás seguro que es el correcto, es momento de preparar la jeringa. Primeramente, con las manos limpias debes abrir el empaque de la misma, retirarla y colocar la aguja; algunas agujas entran a presión o se enroscan, podrás identificarlas viendo el pico de la jeringa. De modo que, si tiene un pico puntiagudo y un poco largo, la aguja entra a presión; en cambio, si el pico es ancho y grueso (que además denota una rosca) entonces la aguja se enrosca.

Luego de colocar la aguja según sea el caso, procede a abrir el recipiente del medicamento, por lo general se trata de ampollas. Para romperlas, debes hacer presión sobre el punto que indica el recipiente y romper la punta. Hecho esto, inserta la aguja sin tocar el fondo del mismo y retira todo el medicamento. Seguidamente, debes extraer todo el aire de la jeringa para evitar causar émbolos u otras complicaciones.

Cabe destacar, que si el medicamento a inyectar se encuentra en polvo y no está acompañado de la respectiva ampolla de agua destilada; lo más recomendable es que acudas a ayuda profesional, pues la dilución debe ser la indicada por varias razones. Primeramente, porque si es muy poca, duele mucho más y puede causar reacciones adversas; al igual que si colocas mucho líquido (que debe ser solución estéril para inyección) puede perder el efecto la medicación.

Colocación de la inyección

Ya con todo preparado, es momento de hacer el pinchazo en el afortunado paciente, pero antes, debes limpiar el sitio de inyección. Es decir, el cuadrante superior externo que hemos determinado antes, lo ideal es hacerlo con alcohol al 60%; con ayuda de un algodón humedecido con este alcohol limpia muy bien la zona. Una vez que se evapore el alcohol, junta la piel como haciendo un pellizco grande e introduce la aguja en un ángulo de 90 grados (recta).

Antes de instilar o introducir el medicamento, es necesario que aspires un poco con la jeringa para verificar que no hay salida de sangre; de ser así, esto indica que estás en un vaso sanguíneo o vena, por lo tanto, deberás retirar la aguja y pinchar en otro lugar un centímetro más alejado. Por supuesto, siempre manteniéndote en el cuadrante superior externo. Finalmente, introduce el medicamento lentamente y por completo, ya habrás colocado una inyección con éxito.

Coloca otro algodón humedecido con alcohol (nunca el mismo con el que limpiaste la zona) para detener el sangrado. Solo es necesario colocarlo sobre el lugar con una ligera presión, evitar masajear la zona, pues esto causa encapsulamiento del medicamento.

Descartar la jeringa

Ahora bien, es importante saber cómo descartar la jeringa y la aguja correctamente, para evitar accidentes. De este modo, debes colocar la tapa a la aguja, puedes hacerlo introduciéndola sin quitarla de la jeringa; así reduces el riesgo de pincharte por accidente. Luego, una vez cubierta la aguja quítala o desenróscala, introdúcela en un recipiente plástico; que puede ser de gaseosa o cualquier bebida y así puedes tirarla a la basura. Si es posible, coloca la jeringa dentro del mismo recipiente y descártala.

Contraindicaciones de una inyección

Otro aspecto de gran importancia es saber cuando esta contraindicada una inyección, ya que puede poner en riesgo la vida. En primer lugar, no puede inyectarse bajo ningún concepto sobre un área infectada; es decir, que exista alguna infección de piel y partes blandas en la zona. De igual modo, no deben colocarse medicamentos vencidos o si se sospecha alergia a los mismos.

Finalmente, saber cómo aprender a inyectar es muy sencillo, aunque deben tenerse en cuenta cada uno de estos pasos; aunque puede parecer una molestia de leer, aquí encontrarás la técnica más correcta para inyectar en casa. Puede mejorar mucho más si empleas guantes descartables para mayor asepsia y antisepsia.