La tensión arterial, es la fuerza que ejerce la sangre en contra de las paredes de los vasos sanguíneos; la cual, puede ser elevada o sistólica o más baja cuando es diastólica. La sistólica, representa la contracción del corazón, la diastólica su relajación. Es bastante común, que las personas sufran de hipertensión arterial por muchas causas; por ello, es importante saber cómo bajar la tensión arterial rápidamente en caso de emergencias.

¿Se puede bajar la tensión arterial rápidamente sin medicamentos?

Para ir directo al grano, es bastante difícil que ante una elevación brusca y sostenida de la tensión arterial; esta pueda disminuirse efectivamente utilizando métodos en casa que no incluyan medicamentos. Ya que, existen muchos mecanismos reguladores que mantienen esta cifra elevada de forma sostenida. De este modo, el único caso en que se puede bajar relativamente rápido sin medicinas, es si se trata de una elevación emocional o por ejercicio.

En ese caso, se debe evitar el impulso nervioso que genera emociones fuertes o cesar la actividad física para que descienda; sin embargo, esto también puede demorar su tiempo y ante cifras muy elevadas no es práctico.

Recordemos, que el valor “normal” (algunas personas manejan cifras más bajas sin problemas) aceptado actualmente de tensión arterial es de 120 mmHg sistólica y 80 mmHg diastólica. Debido a esto, en caso de crisis hipertensivas se debe acudir a atención médica, para recibir la medicación adecuada y controlar la elevación.

Ahora bien, si existen métodos o cambios que pueden hacerse para bajar la tensión arterial “rápidamente”; es decir, controlarla a largo plazo en valores aceptados. A continuación, los nombraremos.

Consumir poca sal

La sal, a pesar de ser completamente necesaria para mantener el equilibrio en los líquidos corporales; también puede ser perjudicial si se consume en exceso, de hecho, es de las principales culpables de la presión arterial alta. Debido a que, genera retención de líquido, lo cual, aumenta el volumen de agua en la sangre y por supuesto aumenta la tensión arterial. Por ello, se recomienda reducirlo al máximo, pero no dejarla por completo debido a su importancia.

Controlar el peso

El sobrepeso o la obesidad son otra de las causas comunes de hipertensión arterial, en este caso, por los lípidos en la sangre. Los cuales, tienden a aglomerarse por efectos de la inflamación y formar placas en los vasos sanguíneos; esto se conoce como arterioesclerosis. Los vasos sanguíneos endurecidos, ofrecen más resistencia a la sangre. Por ende, la presión arterial aumenta fácilmente, sin mencionar que estas placas se desprenden y pueden causar grandes estragos; como infartos, ECV, entre otros.

Realizar actividad física

La actividad física o ejercicio, además de contribuir en la pérdida de peso, también tiene muchos otros beneficios. Como, por ejemplo, fortalecer el corazón para evitar que sea insuficiente su fuerza para movilizar la sangre; también, aumenta el flujo sanguíneo natural y el gasto cardíaco, lo que previene enfermedades cardiovasculares. Además, ayuda a equilibrar los líquidos corporales y evitar la retención de líquidos.

Comer sano

Reducir el consumo de sal no es lo único que debe hacerse, también, se debe convertir la alimentación en un régimen sano. Es decir, evitar el exceso de grasa y azúcares en la dieta, que causan sobrepeso; síndrome metabólico, dislipidemias y muchas otras entidades clínicas. También, los alimentos sanos aportan más minerales como el sodio, potasio, cloro, hierro; que son muy importantes para el sistema cardiovascular y pueden prevenir la hipertensión.

Evitar el estrés

El sistema nervioso, es capaz de aumentar o reducir la tensión arterial según sea la necesidad del organismo. Mayormente, se debe a las emociones fuertes o el estrés elevado, que estas cifras pueden elevarse. Por lo tanto, se debe procurar disminuir los niveles de estrés laboral, emocional e incluso físico; para así, controlar de mejor forma la hipertensión a largo plazo, sin necesidad de excesivos medicamentos.

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Acude a controles frecuentes

Monitorear la tensión arterial frecuentemente en casa, es de suma importancia para detectar las cifras tensionales. Pero, además, para aportar datos reales al médico tratante que sirvan para adaptar un mejor tratamiento; es por ello, que acudir a controles frecuentes con el médico tratante es indispensable en el cómo bajar la tensión arterial rápidamente. Sobre todo, porque los antihipertensivos no tienen el mismo efecto en todos los pacientes; por lo que es necesario rotarlos.

Olvida los malos hábitos

Para controlar la tensión arterial elevada a largo plazo y de la mejor forma posible, se deben dejar atrás los malos hábitos. Por ejemplo, evitar a toda costa y de ser posible, abandonar completamente el consumo de alcohol y tabaco; ya que, estas sustancias tienen efecto casi directo en las cifras tensionales a corto y largo plazo. También, bebidas como el café o energizantes, elevan la presión arterial muy fácilmente; por ende, deben ser suprimidas del estilo de vida.

Cumple con el tratamiento

Si ya fuiste diagnosticado como una persona hipertensa, muy probablemente tengas un tratamiento asignado que debes cumplir. Esto es muy importante, ya que muchas personas dejan de tomar las pastillas cuando se sienten bien; o al medir su tensión arterial las cifras se mantienen normales. Es un gran error pensar que es porque te has curado, no, es el efecto de las medicinas que no deben suprimirse.

También, es común que se abandono los antihipertensivos o diuréticos porque al inicio del tratamiento generan efectos adversos; como puede ser mareos leves, dolor de cabeza, fatiga, entre otros. Dichos efectos, son relativamente normales, mientras el cuerpo de adapta al consumo de esta medicina; si al cabo de al menos 10 días continúan los síntomas o la tensión baja demasiado, debes acudir a un cambio de tratamiento.

Finalmente, conocer cómo bajar la tensión arterial rápidamente es realmente valioso para combatir la hipertensión arterial; la cual, es una enfermedad muy peligrosa, debido a que se mantiene silente esperando atacar en el momento oportuno. De este modo, si ya eres hipertenso diagnosticado, cumple con el debido tratamiento; si no, monitorea la tensión arterial y si detectas elevaciones, acude al médico.