La vagina, órgano sexual femenino, es un medio abierto al ambiente que se encuentra susceptible a muchos patógenos; los cuales, pueden colonizar con gran rapidez en esta cavidad, debido a todas sus características. Por lo tanto, todas las mujeres experimentan al menos una vez en su vida una infección vaginal; que puede ser realmente molesta e incluso evolucionar a algo muy serio. En atención a esto, hablaremos sobre cómo curar una infección vaginal.
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¿Qué es una infección vaginal?
Como mencionamos antes, la vagina es una cavidad que, a pesar de no estar abierta, si se encuentra expuesta al medio; debido a que, al más mínimo contacto o manipulación irresponsable de la zona, puede existir una colonización. No solo de bacterias, de hecho, la vagina puede infectarse por bacterias, hongos, parásitos e incluso virus; todo esto, demuestra que es un órgano blanco para muchos patógenos ambientales.
El termino infección vaginal, hace referencia, por lo general, a la colonización de bacterias, hongos y otros microorganismos en la cavidad; ya que, aunque los virus también pueden infectar, sus síntomas son mucho más tardíos y serios. Por ejemplo, el virus de papiloma humano, el cual, es una de las más grandes causas de cáncer de cuello uterino. De este modo, estos microorganismos al colonizar, producen inflamación, irritación, olor fétido y secreciones mucosas o lechosas desagradables; de hecho, puede llegar hasta la fiebre y otras manifestaciones sistémicas.
¿Por qué se produce una infección vaginal?
El mecanismo básico de producción de infecciones vaginales, viene dado por la llegada de un microorganismo a la cavidad; que puede darse a través del contacto sexual, mala higiene, uso de agua contaminada, periodo menstrual mal cuidado, entre otros. Sin embargo, entre todas estas causas, la vía del contacto sexual es la más común; ya que, el pene del hombre puede ser vehículo de muchas bacterias y hongos.
En ese caso, sucede cuando las relaciones sexuales se dan sin la debida protección y de forma no planeada; donde, lo menos que se tiene al tanto es la higiene de las partes íntimas. También, son susceptibles a infecciones al emplear tocadores mal higienizados; en los cuales, se encuentran con gran frecuencia hongos y bacterias. Por último, las infecciones por causa de parásitos, se relacionan con ambas causas, así como también agua contaminada; en ese caso, la infidelidad juega un papel fundamental.
Por otro lado, un aspecto realmente vital que debe entenderse, es que la vagina tiene sus propias defensas naturales; que son capaces de impedir la proliferación de bacterias, de hecho, en ella habitan algunas sin causar daño. Dichas defensas, son la mucosidad cervical o flujo vaginal y el pH de la cavidad; el cual, se ve alterado cuando se aplican duchas vaginales a repetición, lo que hace más frecuentes las infecciones.
¿Cómo identificar una infección vaginal?
Saber reconocer los signos de infección vaginal es algo sumamente importante, ya que, los síntomas no se presentan igual en todos los casos; de hecho, una infección vaginal puede estar presente durante un largo tiempo antes de dar signos y síntomas. Por ende, es vital conocer las señales que permiten detectar y atacar una infección vaginal.
Aspecto del flujo vaginal
Por supuesto, el flujo vaginal normal, es un líquido que funciona como lubricación que además tiene un componente inmunitario; por lo tanto, este debe estar presente en todas las mujeres, en cantidades variables. Sin embargo, este flujo debe ser transparente y con un olor muy bajo o completamente ausente. En caso de presentarse flujo blanco, verde, con aspecto a pus o con sangre, esto es un signo de infección o patología vaginal.
Olor
Otro de los grandes signos que alertan la presencia de una infección es el olor de la vagina, más exactamente del flujo. De hecho, los expertos ginecólogos, son capaces de determinar la naturaleza y causa de una infección al ver y oler la zona. Quiere decir, que al percibir un olor fuerte que recuerda a pescado descompuesto (la vagina naturalmente tiene un leve olor rancio, pero es discreto a diferencia del producido por una infección); o simplemente diferente al habitual, esto es un claro signo de infección vaginal.
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Cambios en la zona
Desde el punto de vista físico, también pueden surgir ciertos cambios que indican la presencia de un agente patógeno. Por supuesto, nos referimos a la inflamación y enrojecimiento de la zona, apreciada al explorar el interior de los labios. También, molestias como ardor, picazón, punzadas o dolor en general, son grandes indicadores. Sin embargo, el dolor para orinar únicamente, indica infección de orina; aunque generalmente ambas van de la mano por proximidad de las estructuras.
¿Cómo se puede prevenir?
Popularmente, se tiene la muy errada creencia que la higiene extrema de la vagina ayuda a prevenir infecciones; por lo cual, aplicarse duchas vaginales a repetición en corto tiempo, se ha convertido en una moda muy dañina. Puesto que, estas duchas o lavados, al hacerse con alta frecuencia, pueden alterar los mecanismos protectores de la vagina; así como también, cambiar el pH ácido por uno más alcalino, que crea el ambiente propicio para infecciones.
Por otro lado, al lavar con alta frecuencia la vagina, con duchas y otros productos, se barre en moco cervical y en consecuencia otra de las defensas naturales. Es por ello, que la mejor forma de prevenir una infección vaginal es siendo muy responsable en el acto sexual; usar siempre preservativo o en caso de no hacerlo, lavar muy bien tanto el pene como la parte externa de la vagina. Así, se evita la entrada de patógenos por arrastre durante el coito.
También, es muy importante tener una higiene adecuada de todos los elementos que tienen contacto con ella; entiéndase el asiento del baño, ropa interior, juguetes sexuales, manos, copas menstruales y más. Ya que, estos elementos también sirven como vehículo para que ingresen bacterias, hongos y virus. Por último, pero no menos importante, nunca usar ropa interior de otra persona; pues allí, pueden transmitirse esporas de hongos como la cándida.
¿Cómo curar una infección vaginal?
Llegando al punto más esperado, al cual sin duda no se podía entrar sin hablar de todo lo anterior, tenemos mucho que decir. Principalmente, que los remedios, pociones, baños, o cualquier otra cosa casera no funciona; de hecho, pueden empeorar mucho más la infección y tener resultados completamente desfavorables. Esto se debe, a que la vagina es una zona bastante delicada, que al ser susceptible y estar colonizada; se convierte en el ambiente perfecto para los microorganismos, pues es oscura, húmeda y caliente, el lugar perfecto.
Es por esta razón, que la mejor y única forma de curar una infección vaginal es recibiendo tratamiento médico; pueden ser antibióticos en caso de bacterias, antimicóticos en caso de hongos e incluso antiparasitarios. Quiere decir, que acudir al ginecólogo ante la presencia de los signos y síntomas descritos es vital. Sobre todo, porque una infección vaginal mal tratada, sin importar la causa, puede convertirse en una Enfermedad Inflamatoria Pélvica.
Que es una entidad clínica en la cual esta infectada tanto la vagina, como el útero y otras estructuras contenidas en la pelvis. No conforme con el gran dolor que esto genera, puede complicarse aún más alcanzando el punto de sepsis; que desafortunadamente, pone en riesgo la vida de la afectada muy fácilmente.
En conclusión, sin duda para saber cómo curar una infección vaginal, lo más importante es identificar su presencia; por ello, proporcionamos todas las herramientas posibles para hacerlo, evitarlas y conocer sus causas. Es un hecho, que las infecciones vaginales, solo pueden y deben curarse bajo tratamiento médico; pues, debido a las características de la vagina, pueden complicarse muy fácilmente y comprometer la vida de las afectadas.