Durante la vida diaria, estamos expuestos a una gran cantidad de agentes lesivos, que pueden causar heridas de todo tiempo. Así como también, por circunstancias estéticas o de salud, es posible verse expuesto a cirugías de todo tipo; en cualquiera de los casos, existe una herida que puede infectarse y complicarse rápidamente. Por ello, trataremos el tema de cómo saber si una herida esta infectada para tratarla oportunamente.
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¿Por qué se infectan las heridas?
Las causas de infección son millones, ya que, existen muchas bacterias y otros microorganismos que pueden colonizar. De hecho, en nuestro cuerpo existen bacterias comensales o propias del mismo, conocidas como flora. Por ejemplo, la Escherichia coli, enterobacteria que pertenece a la flora intestinal normal o el Staphylococcus epidermidis que habita en la piel; este último, uno de los principales agentes infectantes de heridas.
Además, tiene mucha relación la aparición de infección, con el mecanismo que causo la lesión, al igual que el objeto. Por ejemplo, si fue una herida producto de una caída, que se encuentra sucia o contaminada; así como también, si se trata de un corte o punción por clavos o cuchillas oxidadas, chinches y más (acudir a atención médica para vacuna y tratamiento antitetánico). Por último, la manipulación o cuidado incorrecto de las heridas, que se relaciona con infección de heridas quirúrgicas.
¿Cómo saber si una herida está infectada?
Existen varios signos que nos permiten saber si una herida se encuentra infectada, que son fáciles de ver a primera vista. Aunque, también existen heridas muy profundas, cuya infección no se aprecia fácilmente y se detecta con otros síntomas; como es el caso de la fiebre, un signo sistémico de infección que puede presentarse en muchos casos. Al igual que un contaje de glóbulos blancos elevado en una hematología, a expensas de neutrófilos (infección bacteriana). Los signos de infección visibles son los siguientes:
Inflamación o edema
Sin duda alguna, uno de los signos más llamativos en una infección que esta iniciando, es la inflamación de la zona. La cual, se debe a la acción del sistema inmunitario, que trata de retener al agente patógeno en ese lugar; por lo cual, se llena de gran cantidad de células inmunitarias y líquido, dándose una verdadera batalla. Concretamente, se evidencia como un aumento de tamaño en la zona de la herida, sus bordes o todo el miembro afectado.
Cambios de coloración
Por supuesto, los cambios de coloración en la herida o sus alrededores, son otro de los signos claros de infección. Si se trata de una herida infectada que esta iniciando, se observa una coloración rojiza intensa, que se conoce como rubor. La cual, también resulta de la reacción inmunológica e inflamatoria que surge en el lugar para eliminar los patógenos. Cabe destacar, que, en heridas infectadas de larga data, puede observarse color amarillo, verde e incluso negro (necrosis).
Elevación de la temperatura
Este es un signo especialmente importante, pues no solo indica la presencia de una herida infectada, sino una posible complicación. De modo que, en una herida infectada localmente, ocurre un cambio de temperatura en la zona; la cual se encuentra mucho más caliente que otras partes del cuerpo, lo que se conoce como flogosis. También, existe la elevación de temperatura sistémica o fiebre, que denota la presencia de una infección más diseminada; es decir, que ha despertado una reacción inmunológica sistémica o que las bacterias responsables liberan pirógenos exógenos.
Exudado o salida de líquido
Las heridas infectadas, por lo general, comienzan a supurar o exudar colecciones de líquido, sobre todo si están abiertas. Dicho líquido, puede ser de color amarillo claro, no espeso, cuando es una infección inicial; hasta evolucionar al pus propiamente dicho, que resulta de la descomposición y metabolismo realizado por las bacterias y hongos. También, puede haber secreción de pus de color verde, blanco, con sangre y otras variantes. Aunque si es sangre fresca o rutilante, no significa infección por si sola.
Cómo Curar Heridas Infectadas
Lo principal que debemos hacer es evitar la infección de una herida. Evitar la infección de una herida puede ser realmente sencillo si se cumplen con todas las medidas de asepsia y antisepsia. Es decir, que se da un tratamiento con materiales estériles durante su cicatrización o cuando ocurre la lesión. Por supuesto, para mejor resultado, según la naturaleza, localización y profundidad de la herida; puede asociarse tratamiento antibiótico, recetado por un médico general o especialista. Sin embargo, hablaremos sobre las recomendaciones más útiles que puede hacer en casa:
- Lavar con agua y jabón la zona inmediatamente ocurre la lesión
- Aplicar una crema con antibióticos de venta libre en la zona
- Mantener la herida seca (la humedad aumenta el riesgo de infección)
- Cubrir la herida con un apósito o gasa estéril (evita la infección por moscas y ambientales)
- Acudir a atención médica en caso de herida profunda para sutura
- Manipular la herida con guantes estériles
- Limpiar la herida con solución estéril, alcohol o antiséptico
Curación y manipulación de heridas quirúrgicas
Si se trata de una herida quirúrgica, que puede ser cuidada en casa, es importante realizar las curas correctamente. Para ello, se debe emplear guantes estériles, gasas estériles, antisépticos locales y manipulación cuidadosa. Los pasos para realizar la curación, deben ser explicados por el médico tratante. Aunque básicamente, se debe lavar o colocar antiséptico, con una gasa retirar restos de sangre o pus desde el centro de la herida; con movimientos circulares hasta alejarse del mismo.
Nunca se debe pasar una gasa o apósito dos veces por el mismo lugar, pues esto reinsertaría bacterias en la zona, por ello el movimiento circular hacia el exterior. Al terminar, se debe secar muy bien la herida con gasas con el mismo método; también, se puede agregar polvos o cremas pro cicatrizantes si están indicados como el Madecassol. Cubrir la herida si está indicado por el médico (si la infección es por bacterias anaerobias no se debe cubrir del todo).
Finalmente, el cómo saber cuando una herida esta infectada es realmente valioso, ya que, permite tomar acciones rápidamente. Sobre todo, porque algunas bacterias capaces de infectar heridas son realmente agresivas; quiere decir, que puede evolucionar la infección a gran velocidad y complicar mucho más la cicatrización y recuperación. Por supuesto, la opinión médica es siempre importante, por lo cual, acudir a una consulta ambulatoria o de emergencia esta indicado.