Desde tiempos remotos, el alcohol ha sido una sustancia psicotrópica socialmente aceptada, a diferencia de las drogas. Debido a que, sus efectos pueden “controlarse” en cierta forma, consumiendo en poca cantidad y con control. Sin embargo, con el paso del tiempo, el consumo prolongado de alcohol, puede eliminar estos mecanismos de control. A tal efecto, surge una entidad clínica conocida como alcoholismo. En este apartado, hablaremos sobre cómo reconocer el alcoholismo.
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¿Qué es el alcoholismo?
El termino alcoholismo, ha sido vulgarmente empleado por generaciones, para referirse a una persona que consume alcohol; aun cuando esto no es del todo cierto, debido a que, hay quienes lo consumen, pero no tienen dependencia. Se define como alcoholismo, el deseo incontrolable o dependencia directa al consumo de alcohol; es decir, que el afectado no puede permanecer por tiempo prolongado sin ingerirlo.
Quiere decir, que una persona alcohólica, consumirá con mucha frecuencia, aunque no necesariamente todos los días. El consumo de un alcohol puede ser diario, interdiario o semanalmente, la diferencia, es que no puede abstenerse de consumirlo. En casos más graves y avanzados, el alcoholismo afecta a las responsabilidades del hogar y laborales; así como también, causa aislamiento social, rechazo y trastornos emocionales.
¿Cómo detectar el alcoholismo?
Esta patología, tiene un importante componente psicológico, que hace muy difícil detectar el alcoholismo a quien lo padece. De modo que, siempre existirá la negación, justificaciones o el sentimiento de frustración por ser incomprendido. Por lo tanto, el alcoholismo suele identificarse inicialmente por los ojos externos; es decir, la mirada de familiares, amigos, compañeros de trabajo, quienes pueden notar estos síntomas:
- Total incapacidad para limitar o controlar la cantidad de alcohol consumido
- Invertir mucho tiempo bebiendo alcohol, encontrándolo o recuperándose de su efecto
- Reiterados intentos fallidos por reducir la ingesta de alcohol
- Abandono de obligaciones laborales, del hogar o personales debido al alcohol
- Consumo continuo de alcohol por varios días
- Reducción de actividades sociales, pasatiempos, aislamiento social
- Consumir alcohol sin importar el peligro (al nadar, conducir, trabajo de alto riesgo)
- Gran tolerancia al alcohol (se requiere mayor consumo para lograr la embriaguez)
- Síntomas de abstinencia al dejar de consumirlo, temblores, ansiedad, sudoración, que se calman al consumir alcohol
- Grandes inversiones de dinero y materiales para la compra de alcohol
Trastornos ocasionados por el consumo de alcohol
Además de los síntomas antes mencionados, el consumo de alcohol puede desencadenar trastornos de salud muy graves. Los cuales, pueden ser determinantes en el cómo reconoces el alcoholismo propio o en otras personas. Por supuesto, estas entidades patológicas se presentan cuando existe un gran consumo; o en caso contrario, posterior a un consumo elevado, se detiene bruscamente.
Intoxicación alcohólica
Cuando el nivel de alcohol en la sangre es muy elevado, debido a gran ingesta en poco tiempo, puede causar varios trastornos. Los principales, son cambios conductuales evidentes, como conductas agresivas; cambios de humor, pérdida del equilibrio o base de sustentación, visión borrosa, lagunas mentales o pérdida de memoria. Además, se pierde el sentido del peligro, ocurre una desinhibición total, por lo que se generan conductas erráticas. También, puede llegar al coma etílico que incluso puede causar la muerte.
Trastorno por abstinencia al alcohol o Delirium Tremens
Cuando existe consumo de alcohol excesivo, sostenido en el tiempo y de larga data, la detención brusca del hábito puede causar trastornos graves. Dichos síntomas, pueden presentarse al cabo de pocas horas o incluso posterior a varios días. Básicamente, la persona manifiesta gran agitación, ansiedad, conductas agresivas, sudoración, taquicardia, temblores, insomnio; alucinaciones, convulsiones, nauseas y vómitos. Estos síntomas, suelen detenerse casi por completo al consumir alcohol.
En estos pacientes, las conductas expresadas son tan agresivas, que se convierten en un verdadero peligro; de hecho, pueden ser tan problemáticos en los centros de salud, que una salida fácil es ofrecer alcohol en cantidad controlada. Esto se debe, a que el cuerpo como una máquina perfecta, se adapta al alcohol en la sangre; que, al desaparecer bruscamente, desencadena desequilibrio en el medio interno.
¿Cuáles son las causas de alcoholismo?
Para entender cómo una persona alcohólica alcanza este estado de deterioro, es importante determinar la causa. El alcoholismo, se ha determinado que tiene una fuerte asociación genética, es decir, que si presenta antecedentes de alcoholismo en la familia; esta conducta puede se heredada a través del genoma del padre o la madre. Por otro lado, el componente emocional tiene una estrecha relación con este trastorno.
De manera que, las personas alcohólicas pueden sufrir de depresión, duelo patológico por pérdida de un ser querido; un fuerte trauma producto de un accidente o hecho violento. De igual manera, comenzar la ingesta de alcohol a temprana edad, es un factor de riesgo determinante para desarrollar alcoholismo. Debido a esto, existen regulaciones en todo el mundo, que prohíben el consumo de alcohol en menores de 18 o 21 años.
¿Cómo dejar el alcohol?
Superar el alcoholismo, no realmente una tarea fácil, requiere de gran esfuerzo y fuerza de voluntad por parte del afectado. En este proceso, el apoyo de la familia, amigos y conocidos, juega un papel fundamental. Principalmente, porque para una persona alcohólica es muy difícil reconocer su problema; es allí, cuando las personas externas toman participación, aconsejando, relatando las conductas erráticas y estimulándolos para buscar ayuda.
Actualmente, existen muchos centros de desintoxicación que ayudan a sobrellevar el proceso de dejar el alcohol en las primeras etapas; posteriormente, las asociaciones de alcohólicos anónimos o grupos de apoyo son vitales para perpetuar el abandono del hábito. Debido a que, compartiendo experiencias y bajo guía psicológica, se puede terminar la causa y tratar de resolverla. Por supuesto, encontrar ayuda a tiempo hace la diferencia entre la vida y la muerte.
¿Cómo afecta el alcohol a la salud?
El hábito alcohólico, tiene la capacidad de afectar la salud desde muchos puntos de vista, por ello, es un gran problema de salud. Una de las formas de afectar es a través de la exposición a riesgos, como por ejemplo conducir en estado de ebriedad.
Lo cual, es de gran importancia considerando que los accidentes de tránsito son una de las primeras causas de muerte a nivel mundial. Además, bajo los efectos del alcohol, se puede atentar contra la vida, aumentando la tasa de suicidios y asesinatos. Desde el punto de vista orgánico, puede afectar de la siguiente forma:
Daño hepático
El hígado, es el principal órgano que se encarga de metabolizar y eliminar el alcohol una vez ingresa a la sangre. Motivo por el cual, con el paso del tiempo las células que lo conforman se ven afectadas directamente. En este caso, se endurecen o fibrosan, produciendo pérdida de la función hepática, mejor conocida como cirrosis hepática. La cual, es una patología crónica que no tiene cura, salvo un trasplante de hígado, que frecuentemente causa la muerte.
Trastornos metabólicos
Esencialmente, el alcohol engorda cuando se consume en forma de cerveza u otros preparados muy dulces. Por lo tanto, puede ocasionar trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina e incluso la diabetes tipo II. Además, promueve la acumulación de grasa en el organismo, que produce otro factor de riesgo para más complicaciones.
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Enfermedades cardiovasculares
Una de las principales afecciones que produce el consumo excesivo de alcohol, es problemas a nivel cardiovascular. Principalmente, causa Hipertensión Arterial, que puede a su vez producir enfermedades coronarias; como es el caso de la insuficiencia cardiaca, infarto agudo de miocardio, ictus, trombosis, entre otras.
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Padecimientos digestivos
El alcohol a nivel del aparato digestivo, se comporta como una sustancia altamente irritante, que puede afectar sus paredes. De manera que, el consumo excesivo y prolongado de alcohol, daña la capa protectora mucosa del estomago e intestinos. En consecuencia, produce gastritis, úlceras gástricas y duodenales; así como también, altera el tránsito intestinal.
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Otras complicaciones
Sin duda alguna, el consumo excesivo de alcohol es causa y factor de riesgo de una gran cantidad de enfermedades. De hecho, en casi todas las patologías esta presente como una posible causa que debe evitarse. En atención a esto, son muchas las posibles complicaciones, por ello, nombraremos las más relevantes.
- Efectos teratógenos en el embarazo (causa malformaciones, aborto, síndrome alcohólico fetal)
- Disfunción eréctil o alteraciones del ciclo menstrual
- Alteraciones neurológicas: entumecimiento de extremidades, demencia, pérdida de memoria, etc.
- Tiene efecto inmunosupresor (mayor susceptibilidad a infecciones)
- Aumenta el riesgo de padecer cáncer
- Puede interactuar con medicamentos y causar la muerte
En conclusión, es de gran importancia el cómo reconocer el alcoholismo, debido a que, es una enfermedad con graves consecuencias. La cual, si es detectada y tratada a tiempo, puede superarse y minimizar sus efectos en la salud. Sin embargo, no es tarea sencilla abandonar este hábito, mucho menos reconocerlo y buscar ayuda; por ello, si conoces a una persona o padeces de este problema, esta información es muy valiosa.